Jorge Antonio Cafrune Herrera nació en el seno de una familia argentina jujeña de típicas costumbres gauchescas y antepasados de orígenes árabes, en la que sus abuelos paternos y maternos eran
inmigrantesprovenientes de
Siria y el
Líbano. Recibió el apodo de "El Turco" tal y como llamaban a su padre, un popular gaucho de la región que cantaba bagualas y supo protagonizar duros duelos criollos.
Nació en la finca "La Matilde" de
El Sunchal, cerca de
Perico del Carmen(provincia de Jujuy). Cursó sus estudios secundarios en
San Salvador de Jujuy mientras tomaba clases de
guitarra con Nicolás Lamadrid. Luego se trasladó con toda su familia a
Salta, y allí conoció a Luis Alberto Valdez,
Tomás Campos y Gilberto Vaca, con quienes formó su primer grupo: Las Voces del Huayra. Con esta formación grabó en
1957 su primer disco de acetato, en la
compañía discográfica salteña "H. y R.". En esa época fueron "descubiertos" por
Ariel Ramírez, quien los convocó para acompañarlo en una gira por
Mar del Plata y varias provincias. Luego Cafrune y Valdez fueron convocados al
Servicio militar y el grupo alternó su formación original con reemplazos de José Eduardo Sauad y Luis Adolfo Rodríguez. Estos nuevos integrantes formarían parte de la formación que ese mismo año grabó un disco de 12 temas para el sello Columbia. Más tarde serían convocados para grabar un segundo disco para la misma compañía, pero desacuerdos entre los integrantes llevaron finalmente a la disolución del grupo.
Ante una nueva convocatoria de Ramírez, Cafrune forma un nuevo grupo, "Los cantores del Alba", acompañado por
Tomás Campos,
Gilberto Vaca y
Javier Pantaleón. Luego de esa presentación, Cafrune decide continuar su camino en solitario y abandona el nuevo grupo. En esta nueva etapa debutó en
1960 en el Centro Argentino de la ciudad de
Salta para emprender inmediatamente después una larga gira que lo llevaría por las provincias de
Chaco,
Corrientes,
Entre Ríos y
Buenos Aires. Ante una tibia recepción en la
Capital, donde no consiguió lugar ni en
radio ni
televisión, decidió continuar la gira por
Uruguay y
Brasil. En el primero lograría su debut televisivo, en el
Canal 4 del país
oriental.
En
1962 regresa a Capital y contacta a
Jaime Dávalos, que tenía un programa de televisión. Este le dice que debería probar suerte en el
Festival de Cosquín. Cafrune viaja a la ciudad
cordobesa y consigue un lugar para actuar fuera de cartel, consagrándose por elección del público como
primera revelación. Luego vendría el primer disco en solitario y la consagración definitiva con nuevas presentaciones en
radio, televisión y teatros, además de largas giras en las que siempre prefería los pueblos pequeños a las grandes ciudades. Fue en uno de esos pueblitos,
Huanguelén, en la provincia de Buenos Aires, donde conoció y promovió a un joven cantor llamado
José Larralde. En este período también siguió presentándose cada año en Cosquín y allí, en
1965, sin conocimiento de la organización presentó a una cantante tucumana llamada
Mercedes Sosa.
En
1967 presenta la gira "De a caballo por mi Patria", en homenaje al
Chacho Peñaloza. En esta gira Cafrune recorrió el país al estilo de los viejos
gauchos, llevando su arte y su mensaje a todos los rincones. Sus objetivos también incluían captar los paisajes a través de la fotografía y la filmación de cortometrajes televisivos, además de la recopilación de datos sobre las formas de vida, costumbres, cultura y tradición de las diversas regiones. La gira fue ruinosa para su economía, pero fue un gran éxito si se tienen en cuenta los verdaderos objetivos que se habían propuesto.
Cafrune durante una presentación, a comienzos de la
años setenta.
Entre 1972 y 1974, Jorge Cafrune formó un dúo con el niño
Marito (1960-) con quien grabó discos e hizo varias giras por el país, España y Francia.
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Al finalizar esta gira, Cafrune fue convocado para integrar unas comitivas artísticas argentinas que visitaron los
Estados Unidos y
España. El éxito en la península Ibérica fue fabuloso, y Cafrune llegó a radicarse allí por varios años, formando familia con Lourdes López Garzón. Su retorno al país fue en
1977, cuando falleció su padre. Eran tiempos difíciles para la
Argentina, ya que el gobierno democrático de
Isabel Perón había sido derrocado y estaba en manos de la
dictadura militarencabezada por
Jorge Rafael Videla. A diferencia de otros artistas comprometidos, que se
exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune reconocido por su afinidad al Peronismo, decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo. Fue así que en el festival de Cosquín de enero de
1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida,
Zamba de mi esperanza, Cafrune accedió argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar". Según un testimonio de
Teresa Celia Meschiati2 eso fue demasiado para los militares, y en el trístemente célebre centro de concentración clandestino cordobés de
La Perla, el entonces teniente primero
Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.
El
31 de enero de
1978, a modo de homenaje a
José de San Martín, Cafrune emprendió una travesía a caballo para llevar a
Yapeyú, lugar de nacimiento del libertador, tierra de
Boulogne-sur-Mer, lugar de su fallecimiento. Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de
Benavídez por un
rastrojero (camioneta) conducida por un joven de 19 o 20 años, Héctor Emilio Díaz.
3 Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche. Si bien se cree que se habría tratado de un asesinato planificado por parte de la Dictadura Militar y ordenado por Coronel Carlos Enrique Villanueva, el hecho nunca fue esclarecido completamente y quedó solo como un accidente.
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