Dos de cada 100 argentinos mayores de 40 años conviven con secuelas de un ataque cerebrovascular (ACV), según los resultados del primer estudio latinoamericano que analiza la prevalencia y mortalidad de esa enfermedad en el país y que fueron presentados por el Instituto FLENI. Los datos permitirán mejorar la educación, la prevención y el tratamiento.
Los resultados generales
Uno de los datos más relevantes que arrojó el estudio es que el 95% de los encuestados dijo conocer sobre la enfermedad cerebrovascular. La mitad de ellos señaló que su información proviene de los medios de comunicación y redes sociales.
Los resultados indican que cerca del 80% identifica las enfermedades cerebrovasculares con el término “ACV”, siendo muy bajo el reconocimiento de las denominaciones “ictus”, “isquemia” o “ataque cerebrovascular”, este último término usado por sociedades científicas de neurociencias en los últimos años.
“El 60% de los encuestados consideró a la enfermedad cerebrovascular como ‘frecuente’ y más del 70% dijo que ‘puede causar incapacidad y muerte’. Estos datos indican que la población tiene conocimiento de la patología, lo cual es muy bueno, sin embargo, cerca del 30% desconocía su potencial gravedad”, afirmó la doctora Daiana Dossi, neuróloga y becaria de neurología vascular de Fleni.
Reconocimiento de síntomas, tratamiento y acción ante la urgencia
En cuanto a la identificación de los síntomas típicos de un ACV, más del 70% de los encuestados reconocen a la pérdida súbita del habla, la sensibilidad, la fuerza y la visión como indicadores de un episodio cerebrovascular. Aunque para 3 de cada 4 personas encuestadas la presencia de síntomas neurológicos representaría una emergencia, la mayoría de la población no utilizaría el sistema de emergencias para trasladarse a un hospital cercano. “El 52% iría a un centro médico por sus propios medios si presentara debilidad en las extremidades, hormigueo en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o pérdida súbita de la visión de un ojo”, señaló el Dr. Sebastián Ameriso.
Aunque las primeras horas son vitales para que el paciente sea atendido e inicie un tratamiento acorde a su situación, los resultados del estudio indican que un tercio de los encuestados desconoce que el ACV tiene un tratamiento específico. “Cuando el ACV es abordado de forma temprana, se aumentan 50% las chances de recuperación”, destacó Ameriso.
Dejar de fumar, disminuir el consumo de alcohol, controlar la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre son hábitos saludables para prevenir las enfermedades cerebrovasculares: el 70% de los encuestados identificó a la hipertensión arterial y el colesterol elevado como los principales factores de riesgo. Sin embargo, el 45% no consideró el consumo de drogas como un causante de ACV.
Fuente: tn.com.ar