Enrique Rodríguez Larreta (Buenos Aires, 4 de marzo de 1873 - 6 de julio de 1961), conocido como Enrique Larreta, fue un escritor, académico y diplomático argentino representante del modernismo en la literatura hispanoamericana. Es conocido por su novela histórica La gloria de don Ramiro.
Biografía[editar]
Larreta era miembro de una antigua familia de fortuna y contrajo matrimonio con una hija de la más emblemática de las familias aristocráticas de Argentina, la de Anchorena. Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional Central. Estudió Derecho y se graduó en laUniversidad de Buenos Aires; trabajó como profesor de historia. Se desempeñó como embajador en Francia y ante laExposición Iberoamericana de Sevilla, en 1929. En 1915-16, residió en Biarritz, Francia, y frecuentó Ávila, en España, donde actualmente una calle lleva su nombre. Se vinculó allí con Miguel de Unamuno, al que admiraba. Colaboró en publicaciones periodísticas de su época y estudió minuciosamente la historia española. Se nutrió literariamente de la Antigüedad clásica y del Siglo de Oro español, que lo obsesionaba.
En su obra autobiográfica Tiempos iluminados cuenta así cómo nació su primera novela publicada:
¡Quién sabrá decir lo que puede a veces el oportuno toque de un hombre sutil en el espíritu errante de un niño!Francisco Beazley, cuya memoria perdura siempre tan viva entre los que fueron sus amigos, era entonces profesor de historia de Grecia y Roma en el Colegio Nacional. Un día, con gran sorpresa de todos, me encomendó una conferencia sobre Grecia, es decir, sobre Atenas en tiempos de Pericles. Pensé que lo hacía para castigar mis esfuerzos de mimetismo, mi agazapamiento en los últimos bancos de la clase, donde yo trataba de tomar un color de penumbra, un color de rincón, agachándome, además, todo lo posible. Beazley (su renombre de gran cultura literaria había llegado hasta nosotros) era la persona indicada para despertar de una vez mi soñoliento amor propio. Además, con fino acierto, poníame así de golpe en la irradiación del milagro helénico, el más fecundo excitante para un pensamiento infantil.
Años más tarde, después de algunos tanteos en artículos y versos y de una larga novela que no vio nunca la luz, le entregaba yo a Paul Groussac, director, en esa época, de su famosa revista La Biblioteca, una novela corta:Artemis, de asunto griego.Enrique Larreta, Tiempos iluminados.
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